Se inicia en la Checoslovaquia de 1950 dentro de un inhumano campo de trabajo. Allí los comunistas han encerrado juntos a los peores prisioneros nazis y a los checos que combatieron contra ellos en los ejércitos aliados. Unos y otros son considerados enemigos del pueblo. Desde su penosa situación, un piloto de aviones que combatió en la RAF británica rememora su participación en la II Guerra Mundial, y los amores, desamores, amistades y traiciones que marcaron aquellos años, infames y heroicos a la vez. La película incluye varias tontas concesiones obscenas y padece una cierta frialdad expositiva en su desarrollo y una excesiva acumulación melodramática en su desenlace. Sin embargo, estos defectos, se ven compensados por unas interpretaciones llenas de humanidad y por una puesta en escena sobria, sustancial y bien conjuntada con muy buena fotografía y preciosa bada sonora. De este modo, el director se luce tanto en las secuencias románticas y dramáticas, como en las brillantes batallas aéreas, unas y otras oxigenadas por eficaces contrapuntos humorísticos, la mayoría a costa de la proverbial flema británica. Deben ser eliminadas dos escenas sexuales (8' y 80'). Hay un par de ocasiones que se pasan entre amigos varios fotos impúdicas. Las fotos son pequeñas y las secuencias breves: se pueden pasar rápidamente por delicadeza.